Brisa:- No me gusta el verano, ni un poco.
Sebas:- No te gusta?? No puede ser... playa, sol, chicos para vos, chicas para mi... ehmmm jajaja chiste.
Brisa:- Claro, burlate en mi cara. No, no me gusta el verano. Prefiero la primavera o el otoño, los extremos no me gustan.
Sebas:- Pero siempre hay días que no son ni tan calurosos ni tan frios... o no?
Brisa:- Por eso, prefiero algo intermedio. Aparte pensá, en verano el calor te mata, empezás sacandote la ropa y te ponés el traje de baño. Después que te vas a sacar? Vas a quedar desnudo y la verdad que no da.
S:- Bueno, si la pensás asi puede ser.
B:- Ves... Lo único lindo del verano es el tostado de la piel, ese color dorado que lo podés combinar con la ropa blanca.
S:- Queda genial pero hay muchas cosas positivas del verano. Los días son más largos, se pueden aprovechar más. Por ejemplo puedo pasar más tiempo con vos y eso me encanta del verano.
B:- Eso también me parece genial pero no te puedo ni abrazar porque estamos todos pegajosos y no es muy atractivo eso, admitilo.
S:- Nunca pensé que te podías quejar tanto y mucho menos reprocharle tantas cosas al verano.
B:- En fin, lo detesto. Pensá en los amantes, en sus encuentros prohibidos el verano los delata. La transpiración brota de sus cuerpos como una marca evidente.
S:- Bueno, pero nosotros no somos amantes, no nos tiene que importar eso.
B:- No dije que me importaba, fue sólo un ejemplo.
S:- No importa que estación del año esté en mis espaldas si estoy con vos. Tampoco me importan los amantes, ni sus encuentros prohibidos. Tampoco me importa el color dorado de la piel.
B:- Jajaja me di cuenta. Y puedo preguntarte que es lo que te importa?
S:- Nada...
B:- Nada? (No llegaba a comprender como era que nada le importaba, y ella que lugar ocupaba?)
S:- Nada que no tenga que ver con vos.

M.B.R