Llevaban 22 años de amistad, se conocían lo suficiente como para arriesgarse de ese modo, sabían que uno era mas atorrante que el otro y que el trabajo, les daba alergia. Llevaban su vida sentimental fuera del bar, es decir que sus parejas no conocían al resto de los vagos que integraban el trio amistoso, se sentían mas seguros asi. Es que existía la posibilidad de que alguno de ellos le sople la mina al otro. De este modo se evitaban pelean y amarguras, las cuales sobraban.
Fue una noche oscura y fría de mayo cuando entraron los 3 juntos al bar, uno de ellos venía con la cabeza gacha. Se había enterado que su mujer lo engañaba pero todavía no sabía quien era el patán que habia robado el corazón de su amada la cual compartía ya un largo tiempo junto a el.
Les contó su dolor a los otros dos, ambos se entristecieron al saber la noticia que acongojaba a su eterno amigo. Entre sus ocurrencias intentaron aconsejarlo (como podían) pero éste hizo oídos sordos y durmió a sus sentimientos con alcohol, esa era la única forma que se le ocurría.
Pasaban los días y el pobre hombre seguía en el bar, gastando sus últimos pesos. No sabían que hacer... pero eso no era todo, como si los problemas fueran pocos. Uno de los otros amigos también demostraba un estado depresivo y una rara señal de culpa en su rostro, como si ocultara algo terrible.
A la larga todo se sabía. Entre ellos nunca había secretos, charlaban sobre todo y todos, no se ocultaban cosas pero esta vez no fue asi. El pobre hombre de a poco se iba recuperando aunque en su cara todavía quedaban rastros del dolor que le había causado esa mujer, a la cual amaba con locura y pasión. Daba todo por ella, aún asi no conseguía entender como pudo engañarlo, el daba por ella hasta su propia vida, pero no alcanzó. La dama decidió buscar más en otro hombre.
Aquel ser que demostraba culpa en su rostro decidió contar lo que lo venía atormentando hacia vario tiempo. Ya no lo podía ocultar más, por las noches no dormía atormentado por la culpa. Asi fue que decidió abrir la boca y soltar las palabras. Él era aquel patán que había destrozado el corazón de su amigo, él era quién jugaba a las escondidas con aquella dama, era quien había cautivado los ojos y el corazón de esa mujer con dueño.
Se sentía mas aliviado al compartir su dolor con sus amigos pero no había notado que aquel pobre hombre, a medida que iba escuchando las palabras que salían de la boca de su propio amigo, sus ojos iban poniendose cada vez mas rojos, enceguecidos por la ira y las ganas de probar la venganza. No podía controlar los nervios y los temblores que sufría su cuerpo. Era su propio amigo quien lo había traicionado... No entraba en su cabeza la idea pero era real y necesitaba vengarze, demostrarle que el era mas fuerte y las cosas las decía de frente.
La historia de dos amigos que compartían el amor por una misma mujer.
El engañado, por asi llamarlo, era conocido por portar siempre en su cintura un revolver. Por si acaso, no es que simpre lo usara pero se sentía mas seguro sabiendo que tenía un fiel amigo que lo podría salvar en cualquier momento o situación.
Antes que nada, decidió calmar su ansiedad con un vaso de tequila acompañado por un sorbo de whisky. Necesitaba sentir calma en su cuerpo aunque era imposible, su mente no respondía...
Automaticamente dirigió su mano hacia su cintura, tomó el mango del revolver y apunto directamente a su amigo,no quería dudar pero su mente trabajaba a mil. Tenía miedo de cometer algún error, miedo de arrepentirse aunque en ese momento era lo que menos le importaba.
Le tomó sólo dos segundo retroceder y soltar la bala en su sien. No tenía sentido lastimar a su eterno amor, ella amaba a su amigo y aunque no era el quien podía cuidarla, decidió respetar las decisiones que había tomado el corazón de aquella mujer...
M.B.R
muy bueno .siga asi doña!
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