Charla con el diablo

  No tenía más energia para seguir peleando, ella se iba a ir y no podía hacer nada. Iba a desaparecer de la Tierra, no la iba a ver más, ya no iba a sentir sus caricias, su pelo no iba a rozar mi piel, no iba a sentir más sus labios cerca de los míos. La vida me iba a robar lo más preciado que tenía, se iba a cobrar lo buena que fue.
Ella lo era todo, lo sigue siendo aunque ya no la veo con frecuencia, sólo aparece en mis sueños a visitarme.
El maldito cancer se había apoderado de sus pulmones, quitandolé el aire para poder respirar, robandolé sus sueños y ganas de seguir adelante, luchando.
 Ya iban dos años que mi princesa soportaba los tratamientos, medicamentos y demás, ya no podía verla asi, sufriamos ambos. Esa situación era debastadora, nos mataba en vida y debo admitir que aún no puedo imaginarme la vida sin ella. Fueron cuatro años de una intensa relación de amor, donde nos complementabamos perfectamente, con ella se fueron todas mis ganas de seguir viviendo, me pesan los años, los meses, segundos, la vida...

  Mi gran temor era que llegue ese día que tanto venía esquivando, el día del juicio final como quien dice. Ese día me aterraba, sin embargo sucedió durante una madrugada. Nos encontrabamos en el hospital esperando que le den el alta a ella, pero jamás sucedió. Los medicos nos dijeron que se encontraba peor, la situación era grave, la quimio ya no la ayudaba y solo quedaba esperar que la vida decida que iba a hacer con ella. Esas fueron las palabras mas dolorosas que escuché en mi vida, desgarraron todo mi ser.
Dentro mio sentía una enorme impotencia, la vida era demasiado injusta, ella era una persona sana, deportista... por qué le tuvo que pasar esto? Yo fumaba, bebía, ella siempre intentaba cuidarme y nunca la dejé. Por qué no fue al reves? por que no me pasó a mi?...

Mientras me encontraba en el pasillo del hospital, en la noche, tratando de pegar un ojo (aunque era imposible) sentí que una voz me hablaba a lo lejos. Era una voz que me intimidaba, me provocaba escalosfrios. Levanté la vista para ver quien me hablaba pero no había nadie, supuse que me había quedado dormido y entre sueño y sueño, escuché esa voz.
Me acomodé en el asiento, mirando hacia el techo, intentando encontrar algo con que distraerme cuando escuché nuevamente la voz. Me susurraba que piense bien lo que me iba a decir, que no sea egoista como todos los humanos. El miedo se apoderaba de mi, no veía a nadie dentro del edificio, no estaba loco, alguien me estaba hablando.
Pregunté quien era, que quería! su respuesta me dejó atótino, no lo podía creer. Me contestó con serenidad... soy el diablo, vengo a proponerte algo...Tú alma a cambio de años de vida para tu amada.
No lo dudé, inmediatamente asentí, le grité que si, que aceptaba, que no pierda tiempo, que lo haga ya. Que se apodere de mi, sin ella no era nada.
No terminé de pronunciar la última palabra cuando comenzó a reir a carcajadas, diciendome que no era tan simple, No me iba a salir gratis todo ésto, debía ser su esclavo, soportar sufrimientos, a cambio de vida para ella.
 Como verán accedí a su pedido, sin saber si era cierto, si iba a cumplir lo pactado. Mi alma le pertenece, trabajo para él, tan sòlo soy un súbdito más en su lista.
 Ella vive, sé que quedaron secuelas en su cuerpo, no sé cuanto tiempo va a vivir, pero estoy seguro que sus últimos días van a ser en paz, respirando hasta el último segundo.

M.B.R